En medio de cerros está el volcán inactivo de Sangangüey que custodia el horizonte de Tepic, una ciudad colonial. Rodeado de un clima cálido y un cielo azul, en su centro histórico abundan las robustas columnas que alzan un semicírculo que enmarca y resguarda los principales monumentos.
Tendrás un encuentro contigo en el espejo de agua dulce que está dentro del cráter de un volcán rodeado de vegetación, al tiempo que escuchas el aleteo de los patos que al volar van dejando su huella efímera entre las cristalinas aguas, o simplemente te relajas en pozas termales.