Un cliente internacional, una villa formada por dos viviendas, un jardín de 5.000 m² y vistas a una de las playas más espectaculares de la costa sarda. ¿Qué se requería? Transformar este espacio —respetando el existente— en una "casa familiar" donde vivir todas las estaciones del año y de la vida, un lugar donde reunirse y relacionarse, donde el interior y el exterior resultan evocadores y se compenetran entre ellos. Del proyecto se encargó el estudio GAAP, tres jóvenes profesionales que supieron aportar su propio estilo a un contexto arquitectónico muy definido y fuertemente vinculado con la tradición.
Fue fundamental dar con el material idóneo para poder expresar y hacer perceptible el valor emotivo de todo el proyecto. Se eligió desde un principio la piedra sinterizada Lapitec para toda masa por la pureza de sus acabados y de los colores. Desde las fases iniciales del proyecto, el estudio GAAP preveía usar un material pétreo blanco que no contuviera impurezas ni vetas en su interior y que estuviera disponible en tablas de gran formato. Aquí optaron por el color Bianco Crema con acabado Satin, de tacto "aaterciopelado", en el pavimento de las superficies interiores y el revestimiento de algunos baños y Vesuvio para todos los pavimentos exteriores, pues su granito flameado mejora las características antideslizantes de la superficie.. También utilizaron los colores Sahara y Tabacco con acabado Satin para realizar algunos baños y la spa. De esta forma, se creó una intensa continuidad cromática entre el interior y el exterior, entre la casa y la naturaleza, que otorga a los acabados la capacidad de diferenciar con elegancia la percepción de las superficies.
La villa original, formada por dos viviendas diferentes construidas en los años 70 , se alzaba en el interior de un amplio jardín que se desarrollaba a lo largo de la pendiente natural de la colina, completamente abierto a la vista del mar y a la vegetación circundante. Los edificios han sido restaurados completamente, manteniendo solo la estructura portante y ampliándolos con un nuevo proyecto. Se ha replanteado la villa en busca de una armonía entre las líneas netas y decididas de la arquitectura anterior y las líneas suaves de la conformación natural del terreno y las rocas. El objetivo era crear la mayor continuidad posible entre los espacios interiores y exteriores a través de la gran homogeneidad cromática del Lapitec.